Los tres cerditos
Hans Christian Andersen
(adaptación)
Había una vez tres cerditos que vivíancontentos en el bosque.
El más pequeño se construyó una casita
de paja. El otro se construyó
una casita con hojas y ramas.
El mayor se construyó una casita
con piedras y ladrillos.
Un día llegó el lobo a la casita de paja y
llamó a la puerta:—Cerdito bonito, ábreme y déjame entrar.
—No quiero, lobo feroz, que me vas a matar.
Entonces el lobo se subió al techo de la casita y
empezó a dar saltos hasta que la hundió.
El cerdito salió corriendo y se metió con su
compañero en la casita de hojas y ramas.
Poco después llegó el lobo a la puerta:
—Amigos cerditos, ábranme
y déjenme entrar.
—No queremos, lobo feroz,
que nos vas a matar.El lobo se subió al techo y empezó a dar
saltos hasta que hundió la casita.
Los dos cerditos salieron corriendo y se
metieron con su otro compañero en la
casita de piedras y ladrillos.
Poco después llegó el lobo y llamó a la puerta:
—Amigos cerditos, ábranme y déjenme entrar.
—No queremos, lobo feroz, que nos vas a matar.
El lobo se subió al tejado y empezó a dar saltos,
pero la casita era muy fuerte y no se hundió.
El lobo bajó del tejado y llamó al cerdito mayor porla cerradura de la puerta:
—Oye, cerca del río hay un gran campo de
remolacha. Si quieres, iremos juntos mañana temprano ytraeremos mucha comida.
—Bueno −dijo el cerdito, ¿a qué hora?
—A las seis.
El cerdito fue a las cinco y recogió
las remolachas.
Cuando vino el lobo a buscarlo, le dijo por lacerradura:
—Ya sé que me querías engañar. Por eso he
ido antes que tú.
El lobo se puso furioso, pero probó otra vez:
—Mira, en el huerto de arriba hay unas
hermosas manzanas maduras. Si quieres,
iremos a cogerlas mañana a las cinco.
El cerdito se levantó a las cuatro y se fue a coger
las manzanas antes que el lobo.
Cuando cogía las manzanas, subido al árbol, vio
venir al lobo.
El lobo se plantó debajo del manzano y dijo:
—Ya te he agarrado. ¿Cómo están las manzanas?
—Están bien maduras y dulces. Toma, pruébalas
−contestó el cerdito. Y tiró lejos una manzana.
Mientras el lobo iba a cogerla, el cerdito bajó del
árbol y se fue corriendo a su casa.
El lobo, furioso, subió al tejado y
quiso entrar por la chimenea, pero
los tres cerditos habían puesto una
caldera de agua al fuego y el lobo cayó
en el agua hirviendo.
Los cerditos bailaban contentos
porque ya podían vivir sin miedo al
lobo.
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